viernes, 11 de enero de 2013

EL DULCE DE LECHE

Allá por el año 1829, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas y Juan Lavalle,  iban a reunirse en la estancia del primero. El motivo de la junta era firmar un tratado de paz, ya que ambos se encontraban enemistados. 

Lavalle llegó antes de lo pactado y, extenuado por el largo viaje, se recostó sobre una cama a dormir. Mientras tanto, la criada de Rosas cocía al fuego un poco de leche y azúcar, pues le estaba preparando a su patrón la "lechada". Entonces, advierte lo que Lavalle acababa de hacer y, alarmada, le avisa a los guardias enseguida.

Cuando Rosas llega a la estancia y se entera de lo sucedido, permite que Lavalle continúe descansando, y le pide a su criada la lechada. Pero ésta, acordándose que no le había prestado más atención, y que aún permanecía la preparación en el fuego, se dirige de inmediato a verla. 

Una vez en la cocina, se encuentra con una sustancia espesa y marrón oscura. Apenada, le comenta a Rosas lo ocurrido. Éste prueba y descubre que su sabor no es malo; es más, le gusta. Le convida luego a Lavalle, y de ahí en más, este famoso dulce es uno de los pilares de la industria láctea argentina. 

Lo llamaron Dulce Criollo, más tarde, Dulce de Leche. Se presentó al mundo casi cien años después, cuando se presentó en Washington la Primera Exposición Regional de Lechería. 
ILUSTRACIÓN DE LA
CRIADA DE ROSAS
DULCE DE LECHE
JUAN LAVALLE
JUAN MANUEL DE ROSAS

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