miércoles, 9 de enero de 2013

EL COLECTIVO

En el año 1928, en la cuidad de Buenos Aires, los taxistas comenzaban a sentir la falta de pasajeros, debido a los servicios de ómnibus y tranvías que eran muy usados por los porteños en ese entonces. 

Reunidos en un café, José García Galváz, Jorge Newbery, Rogelio Fernández, Pedro Etchegaray, Manuel Pazos, Felipe Quintana, Antonio González y Lorenzo Porte, idearon, entonces, el "auto-colectivo".

La primera línea circuló por primera vez el 24 de septiembre del mismo año.  Partía desde Primera Junta, paraba en Plaza de Flores, y finalizaba en Lacarra y Rivadavia. El recorrido se anunciaba en un cartel que iba ubicado en la parte delantera del vehículo. 

Al poco tiempo, se unieron varios servicios de la misma índole, creando así, la empresa llamada: "Primera". Los "auto-colectivos" de esa empresa, llegaron a ser cuarenta. Llevaban a cinco pasajeros, y los boletos se cobraban al final del  trayecto: 10 centavos si el viajero se detenía en Plaza de Flores, y 20 centavos para el que realizaba el recorrido entero.


A la primera línea, le siguió la llamada: "8"; ésta iba desde Nazca y Rivadavia, hasta Plaza de Mayo.


ANTIGUO COLECTIVO
"AUTO-COLECTIVO"

Luego de un tiempo, se hizo necesaria la utilización de un vehículo más extenso para poder llevar más pasajeros. Así, José Fonte y José Chiofalo, fueron los primeros en tener un medio de transporte más grande y con más capacidad; el cual fue creado por Calzón y Rodríguez Hnos.

De cinco pasajeros, pasaron a llevar once: tres atrás, tres en el medio, uno adelante, dos en sendos transportines de cada lado, y dos más junto al conductor. Si el que estaba en el fondo debía bajar del colectivo, todos los demás pasajeros tenían que descender para dejarlo pasar.


Las empresas tranviarias, para contrarrestar la competencia que el colectivo suponía, consiguieron que los funcionarios al servicio de los grandes inversores, hicieran difícil la existencia de los mismos. Sin embargo, éste era un servicio mucho más rápido, se sumaban nuevas líneas, y la gente comenzaba a utilizarlos cada vez más.


Las líneas eran sociedades conformadas por personas que, a veces, eran tanto dueñas de las mismas, como conductores y mecánicos; todo al mismo tiempo.

Algunos vehículos eran de propiedad compartida; y, a medida que el tiempo pasaba y la gente requería más el servicio, se fueron contratando empleados.


Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, se imposibilitó la adquisición de material rodante, por lo que la empresa tuvo que reducir los servicios drásticamente. Pero fue a fines de 1941, cuando Estados Unidos entró en la guerra, que la obtención de bienes se dificultó aún más: los repuestos y automotores, que eran mayoritariamente de Estados Unidos, comenzaron a escasear, al igual que el combustible y los neumáticos. Una manera de solucionar estas faltas, fue que, aquellos que circulaban por la Avenida Rivadavia, comenzaran a hacerlo sobre las vías del tranvía. Otra forma era rellenar las cubiertas con césped, o impulsar el vehículo con carbón o leña. 


Algunas líneas adquirieron nuevas unidades; pero éstas, habían sido compradas en remates, y se encontraban en muy mal estado. Por este motivo, trabajadores de diferentes oficios realizaron una importante tarea de recuperación. Así fue como comenzó el auge del fileteado (dibujo típicamente porteño que se hacían en la parte externa de los vehículos). Gracias a estas ilustraciones, los colectiveros aumentaban su orgullo, y lograban embellecer la carrocería. 


Como agradecimiento, se decidió bajar el precio de los boletos.

FILETEADO
EN EL COSTADO
DEL COLECTIVO
FILETEADO
EN LA PARTE
TRASERA DEL 

ASIENTO DEL
CONDUCTOR
En 1966, aparecen los colectivos con puerta trasera, por la cual se debía descender. En sus 

primeros años, los pasajeros solían hacerlo por cualquiera de las dos puertas, pero, lógicamente, subían por la delantera, para que el conductor pudiera cobrarles el boleto.

En la década del 80', se hacen mejoras en la tecnología y la seguridad, y se incluyen las unidades de fácil acceso para las personas con movilidad reducida. 

En la del 90', se agrega una puerta de descenso en el medio del vehículo, pudiéndose, entonces, bajar por ella o por la de más atrás.

En 1994, se prohíbe que el conductor sea quién cobre los boletos, y se coloca una máquina en su lugar. 


ORIGEN DEL TÉRMINO "BONDI"

"Bondi", es una adaptación al castellano de la palabra portuguesa brasileña "bonde", que significa "tranvía". Dicha palabra proviene, a su vez, del inglés "bond".

Al principio se usó para designar a los tranvías en el lunfardo. Pero luego, dicho transporte desapareció, y los porteños continuaron utilizándola para designar a los colectivos. 

EL BOLETO

Al principio, el colectivero no cobraba el boleto cuando el pasajero ascendía, sino que lo hacía cuando éste descendía. Es por esta razón, que el conductor, por medio de un espejo, observaba quién subía o bajaba del colectivo. En septiembre de 1992, se aprobaron especificaciones técnicas para las lectoras de monedas; y en 1993, en todos los colectivos fue obligatorio el pago exacto. En el año 1994, las unidades debían contar con máquinas o personal auxiliar, para que se encargara de entregar y cobrar los boletos. 
También existen las terjetas, que suplantan a las monedas. 



MODERNA MÁQUINA PARA
EMITIR Y COBRAR LOS
BOLETOS
ANTIGUO BOLETO
COLECTIVO ACTUAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario